Desde el principio se optó por soluciones constructivas que optimizasen la ejecución y los costes.
Genéricamente se puede decir que, a nivel constructivo, hemos pretendido solucionar los requerimientos más básicos de un edificio de estas características con soluciones sencillas y claras, aportando también la reflexión sobre nuevos materiales y criterios de sostenibilidad allí donde pueden, realmente, suponer una mejora.
En este sentido, y aprovechando la geometría del edificio (planta sensiblemente rectangular) se optó por un sistema estructural de grandes luces, lo que da unos espacios interiores muy diáfanos, aptos para casi cualquier distribución, y a la vez nos permite concentrar las cargas que llegan a cimentación en muy pocos puntos. Esto último es realmente importante en este caso, dado que la naturaleza del terreno de cimentación nos obliga a resolver ésta mediante un sistema de cimentación profunda, constituida por pilotes de hormigón armado de 10 a 12 m de profundidad.
Sobre la cimentación se apoyan los pocos pilares que forman la estructura de soporte en la planta semisótano, que recogen las jácenas de apeo de los muros de hormigón sustentantes de las plantas superiores.
En las plantas superiores estos muros sustentantes se ejecutan bien “in situ”, en el caso de los muros interiores, o bien prefabricados en el caso de las fachadas laterales.
De esta manera la estructura del edificio queda conformada como sigue:
• Planta semisótano con pilares y jácenas de apeo. Forjado de luces de unos 12 m conformados por prelosas nervadas pretensadas.
• Planta baja y plantas piso: Muros de soporte de hormigón armado “in situ” o prefabricados y ensamblados en obra.
• Forjados de luces de 12 m conformados por prelosas nervadas pretensadas.
• Escaleras de hormigón prefabricado que ya da por si mismo el acabado de las superficies.
La estructura se organiza en tres vanos principales de 12 m de luz y dos vanos interiores de 2m de luz que albergan los núcleos de escalera y ascensores.
Cerramientos:
• Las fachadas laterales del edificio están constituidas por los muros estructurales de hormigón prefabricado, que le dan el acabado externo. Interiormente se trasdosan con placa de cartón-yeso y aislamiento térmico.
• Fachadas principales. Conformadas mediante un sistema ligero industrializado, formado por unas bandejas de acero galvanizado que configuran el esqueleto resistente de la fachada, revestida exteriormente por chapa de acero galvanizado-lacado minionda, con una capa de aislamiento de lana mineral dentro de la cámara de aire ventilada. Trasdosado interior formado por aislamiento térmico de lana mineral y placa de cartón-yeso.
• Cubierta. Formada por chapa grecada de acero galvanizado y lacado sobre una estructura portante ligera soportada por el último forjado.
• Carpinterías exteriores de aluminio anodizado con rotura de puente térmico. Las carpinterías son modulares. Llegan a obra totalmente montadas y sólo hay que fijarlas a la subestructura tubular de soporte, creada a tal efecto en las fachadas.
Todos los elementos constructivos son en mayor o menor parte industrializados y de construcción seca, lo que redunda en un empleo mucho más racional de los materiales y una reducción considerable de residuos en obra.