El edificio residencial ubicado en el barrio del Eixample, forma parte de la transformación de una zona industrial a residencial. A nivel urbano se caracteriza por su volumen de mayor altura en la carretera de Barcelona donde se produce el acceso principal y un volumen bajo en las calles Lepanto y Buxeda.
Bajo rasante se ha construido un sótano común donde se ubican los trasteros, salas técnicas y aparcamiento. En el interior de manzana se encuentra la piscina, jardín y zona de juegos. Las 69 viviendas se diferencian en 3 tipologías: viviendas en planta baja con terraza privada al interior de manzana y acceso independiente desde la calle, viviendas de planta tipo pasantes y con viviendas dúplex en los áticos de cubierta. El conjunto se ha certificado BREAM con calificación Bueno. La calificación energética final es una A en emisiones (5kg CO2/m2 año) y B en consumo (32 kWh/m2 año).
El cerramiento de planta baja es una solución de jardinera-filtro que garantiza la privacidad a la calle e integra los portales privados. La vegetación trepante de esta jardinera tendrá presencia desde la calle a través del cerramiento microperforado.
Las fachadas ventiladas tienen una hoja portante de hormigón prefabricado, aislamiento continuo de lana de roca y una hoja exterior ventilada en librillo. Los huecos se cierran con carpintería monoblock de aluminio reciclado. Los áticos, patios interiores y testeros se resuelven con paneles sándwich de acero micronervado.
La fachada permite aprovechar la inercia térmica, elimina puentes térmicos y garantiza un buen aislamiento térmico y acústico. Los sistemas de fachada en seco, prefabricados y con ejecución sin andamios ha reducido plazos de ejecución y garantiza la calidad con los certificados de los distintos sistemas. Las soluciones empleadas implican también una reducción de residuos en obra y la utilización de materiales naturales como la lana de roca o el aislamiento de fibras de madera.
Se han prefabricado la totalidad de las escaleras. Las comunes en hormigón armado prefabricado visto y las privadas con chapa de acero plegado. Este hecho implica una mayor calidad, reducción de materiales y residuos, mayor velocidad al ser fabricadas off-site y eliminar trabajos de revestimiento.
Las cubiertas planas son invertidas y con zonas transitables resueltas con piezas prefabricadas de hormigón prensado que incorporan el aislamiento térmico y garantizan el drenaje. Esta solución permite la total continuidad de la impermeabilización y agilizar la ejecución. Las cubiertas ligeras curvas permiten con un grosor mínimo y gracias a su composición de doble aislamiento con cámara, el aislamiento térmico y acústico necesario.
La elección de los sistemas constructivos ha favorecido una buena relación calidad-coste y un entendimiento de proyecto y obra en la selección de industriales. Se han aplicado metodologías LEAN como last-planner y pull-sessions que han favorecido la consecución de objetivos de plazos y calidad, así como la colaboración de todo el equipo.