La Salud y el Confort aumentan el valor de los edificios de oficinas y, junto a los parámetros ambientales, están cambiando la manera de hacer edificios
Imaginemos por un momento que una empresa es como una persona, que la mente y el cuerpo son parte de lo mismo, la salud física afecta directamente la salud mental y ambas condicionan el éxito. Pensar en un edificio como un sistema único entre lo físico material y su esencia, como las personas con su actividad y necesidades, es fundamental para el éxito de una empresa.
Durante mucho tiempo, los que perseguimos la sostenibilidad en la arquitectura nos hemos centrado en el ahorro energético y en la reducción del impacto ambiental. La verdad es que, en una empresa, el impacto energético generado por el edificio suele ser mucho menor al impacto generado por el factor humano. Podríamos decir que un 80%, o incluso un 90%, del impacto energético es generado por el humano, y tan solo un 10 o un 20% se debe a los consumos energéticos y de mantenimiento.
Otro aspecto importante es que una empresa siempre se identifica con los valores de sostenibilidad y bienestar, ya que esto se refleja en una mayor productividad y percepción positiva en el mercado de sus servicios y productos. Por lo tanto, desde un punto de vista arquitectónico, el espacio mismo tiene que representar estos valores de una forma coherente.
Nos hemos dado cuenta de que transcurrimos la mayor parte de nuestra vida en los espacios de trabajo, y esto tiene un efecto en nuestra calidad de vida. Cuando hablamos de salud en oficinas, no solo hablamos de salud física, sino también de salud mental y de salud social. Por esto, en este artículo intentaremos explicar los aspectos más determinantes de salud y bienestar en los espacios de trabajo, a través de la aplicación práctica en algunos de nuestros proyectos.
El Sol, qué aporta y qué comporta.
En un edificio de oficinas que íbamos a rehabilitar nos encontramos con un caso típico: un gran muro cortina expuesto a la radiación solar. Este aspecto generaba los siguientes fenómenos:
- Exceso de iluminación interior y un elevado disconfort lumínico que implica el uso de cortinas interiores y el encendido de la luz artificial durante el día.
- Descompensaciones en la distribución de la temperatura interior, ya que las zonas más cercanas a la fachada reciben una carga de radiación solar que implica el uso de aire acondicionado a partir del mes de febrero. En la misma planta, de espacio abierto, los espacios interiores siguen necesitando el uso calefacción. Por lo que nos encontramos con un uso simultáneo de calefacción y refrigeración en el mismo espacio. Además, había grandes pérdidas de calor en invierno durante las horas más frías y poco soleadas del año debido a las grandes superficies de vidrio.
- Disconfort y sobrecarga del sistema de refrigeración en verano.
El aspecto más importante es que estos fenómenos tienen unas tendencias muy variables y a veces contrastantes durante el año. La solución correcta del conjunto solo se pudo identificar gracias al apoyo de simulaciones energéticas dinámicas que se usaron de una forma funcional, identificando soluciones coherentes con el diseño y el carácter original del edificio.
La propuesta de proyecto prevé sustituir unas piezas vidriadas de la segunda piel de fachada con elementos opacos en puntos estratégicos que permiten proteger la incidencia directa sin quitar las vistas hacia el exterior. Esta solución sencilla y de bajo presupuesto genera una mejora considerable del impacto en las personas y en el medioambiente:
A parte de un ahorro energético de casi un 25% solo en refrigeración, esta medida permite equilibrar el nivel de iluminación interior reduciendo los contrastes y manteniendo un nivel de iluminación natural suficiente para el desarrollo de las tareas de trabajo. A parte del confort visual, una correcta regulación de la iluminación natural beneficia al sistema endocrino, muscular y nervioso ya que evita las alteraciones del ritmo circasiano (nuestro reloj interior) que afectan no solo a la vista, sino también a la calidad del sueño, al nivel de estrés, el humor y hasta el aparato digestivo.
La naturaleza y el valor del espacio exterior. Networking y Mente
La manera de concebir el trabajo está cambiando y la era post-COVID19 está acelerando este cambio. Nos estamos dando cuenta que nuestro tiempo tiene un valor más allá del sueldo que percibimos. Esto hace que los “sitios de trabajo de mesa” están perdiendo de valor frente a espacios de trabajo que favorecen entornos laborales más dinámicos y atractivos.
Este concepto lo hemos aplicado en un proyecto de rehabilitación de oficinas en el Poblenou en Barcelona, donde el concepto de un edificio de oficinas dinámico y centrado en las personas encuentra su coherencia en un contexto empresarial muy activo en el distrito de innovación del 22@.
En este proyecto de rehabilitación y transformación de una nave industrial a edificio de oficinas, cada planta se ha equipado con una terraza, generando así un patio atractivo en el interior de la parcela, con una fuerte carga natural, gracias a la presencia de cubiertas/terrazas vegetales y muros verdes. En estas terrazas es posible trabajar en un entorno protegido del ruido de la calle y armonizado por un fuerte carácter biofílico. Cada terraza está conectada por una escalera que permite un recorrido vertical exterior por todo el edificio, fomentando la movilidad a pie dentro del edificio.
Esta solución arquitectónica potencia significativamente tanto el bienestar físico como mental de los ocupantes, transformando al mismo tiempo el carácter del edificio identificándose con el carácter corporativo y dinámico del 22@: La presencia de la vegetación genera un impacto altamente positivo en la salud de las personas, desde un punto de vista mental, con un impacto positivo en el humor y en la percepción del bienestar, vinculado a un beneficio físico debido a una reducción localizada de la temperatura y un efecto de purificación del aire gracias a la oxigenación y la absorción de partículas contaminantes y del CO2 en el aire. . (Ulrich RS. View Through a Window May Influence Recovery from Surgery. 1984. Science, Volume 224, pp. 420-421.)
El fomento del movimiento beneficia considerablemente a una multitud de patologías vinculadas a la inactividad, uno de los mayores condicionantes de riesgo para la salud del trabajo de oficina. Casi un 30% de las enfermedades cardiovasculares se debe a ello. (Lee IM, Shoroma EJ, Lobelo F, Puska P, Blair SN, et al. Effect of Physical Inactivity on Major Non-communicable DiseasesWorldwide: An Analysis of Burden of Disease and Life Expectancy. 2012. Lancet, Volume 380, pp. 219-229.)
Como último aspecto determinante en términos de salud, esta vez social, es la generación de espacios que aglutinan y que favorecen el aspecto social de una empresa. Tanto en caso de un edificio multi-empresa o coworking donde el networking es un pilar del modelo de negocio, como en un empresa en sí misma, el aspecto social es determinante para el éxito, generando conexiones interpersonales, facilitando la solución de problemas y fortaleciendo la unión del equipo.
Espacios y Materiales Saludables.
La calidad del aire es el aspecto que más afecta nuestra salud y directamente nuestro rendimiento en el trabajo. Una mala calidad del aire genera una mayor exposición a enfermedades, produce dolor de cabeza y una infinidad de patologías cardio-respiratorias, así como la exposición a muchos tipos de cáncer. La calidad del aire depende de dos factores principales: la ventilación y los compuestos contaminantes presentes en los materiales de los acabados interiores.
Fotografía: Aldo Amoretti
En nuestro edificio Sócrates en Viladecans, se combina la ventilación natural con la mecánica gracias a unas proporciones de altura y profundidad de los espacios de trabajo optima (h<2L) y la presencia de un patio verde interior, además de un sistema de ventilación mecánico dimensionado por ser un 30% más efectivo de los ratios de ventilación estándar de ASHARAE, los estándares de referencia de la certificación LEED y WELL. A parte, todos los materiales utilizados en el edificio tienen una cantidad casi nula de compuestos orgánicos volátiles COVs, y la mayoría están certificados Cradle2Cradle. Esta combinación entre materiales saludables y ventilación híbrida es un elemento muy potente a la hora de comercializar un edificio de oficinas en un momento donde la salud está al número uno de la lista de prioridades de una empresa.
Finalmente tenemos que preparar los edificios para la era post-COVID19 que ha marcado cambios estructurales en cómo vivimos y trabajamos. El escenario final se verá con el tiempo pero ahora tenemos la oportunidad de liderar este cambio respondiendo a las nuevas exigencias. ¿Quizás necesitaremos menos espacios donde desarrollar tareas y más espacios donde encontrarnos y compartir ideas, y las oficinas un día tendrán la cafetería más grande del área de trabajo? También la cantidad del espacio necesario disminuirá adecuándose a la variabilidad del trabajo presencial vs el teletrabajo. Quizás esto se transformará en nuevas fórmulas de rentabilizar el espacio por horas y días reduciendo por un lado el coste de alquiler y por el otro aumentando la rentabilidad de la superficie. Tanto la Salud como el Confort serán valores determinantes en la transformación del modelo de oficinas, centrándose siempre en la calidad de vida de las personas.
Mauro Manca