la salud de las personas en los edificios es el elemento clave para el éxito de la arquitectura sostenible
En setiembre se celebró en Bari la conferencia internacional IAQVEC, el principal evento internacional en el campo de la calidad y salud del ambiente interior y eficiencia energética, por la cual fuimos seleccionados para la exposición oral del paper:
“The energy retrofit of building façades in 22@ innovation district of Barcelona: energy performance and cost-benefit analysis.”
Fotografía: Aldo Amoretti
El artículo, escrito en colaboración con la Ryerson University de Toronto, presenta el caso de estudio de la fachada del proyecto Drive 0 : Medianeras Verdes en el districto del 22@.
Los temas tratados en la conferencia remarcan el creciente interés en la relación entre espacios, edificios y salud, interés demostrado también por el Comité Medico Internacional que desde mucho tiempo identifica la salud de las personas como un aspecto relacionado al contexto en el cual vive y se desarrolla.
La atención se está volcando a los edificios, por ser estos los lugares donde pasamos hasta casi el 90% de nuestra vida.
Consecuentemente es incuestionable el papel clave de los arquitectos y su responsabilidad en el diseño de unos espacios saludables y confortables. En este sentido hay que reconocer que todavía hace falta dar grandes pasos para alcanzar una capacidad suficiente de los profesionales del sector de enfrentarse de una forma holística a aspectos de cambio climático y salud, aspectos con interacciones de tipo transversal y muchas veces contradictorias.
La mayoría de los problemas nacen desde la asunción de modelos teóricos y de proyecto demasiado estándar y basados únicamente en consideraciones de carácter general que fallan en el intento de encontrar soluciones coherentes dentro de la complejidad del contexto especifico de cada proyecto. (cit. Michael Donn)
El sector de la edificación necesita de un enfoque más amplio que sea capaz de integrar y sintetizar la multiplicidad de competencias distintas que van desde el ámbito científico hasta el humanístico, el social y el económico. (cit. Mattheos Santamouris)
Durante los 3 dias intensos de conferencia muchos fueron los temas tratados en el detalle. Algunos de los temas más relevantes han sido:
La variabilidad de las simulaciones energéticas
Esta es una cuestión candente y siempre actual que pone en crisis el enfoque determinístico de la prestación energética. Las simulaciones son un proceso de análisis y de investigación, su función principal es lo de comparar más que prever resultados demasiado dependientes de parámetros imprevisibles. (cit. Xudong Yang, et al.)
Muy interesante fue también la temática relacionada al cambio climático y el análisis de la evolución de los datos reales comparados con los datos simulados, y como esto puede al día de hoy permitirnos trazar escenarios futuros a través de las mismas simulaciones. En este caso el punto de vista crítico y relativista del investigador científico es aún más determinante. Las simulaciones tienen que considerarse siempre desde un punto de vista crítico y más que resultados tienen que solicitar preguntas. (Pouriya Jafarpour – candidato mejor paper de la conferencia)
La relación entre salud, calidad del aire y materiales
Acerca de esta reflexión fue muy interesante la conferencia de profesor Xudong Yang: El primer paso es reducir las fuentes de los contaminantes, aspecto relativamente fácil cuando hablamos de materiales, más complicado cuando las personas también entran en la ecuación… los ocupantes en un espacio pueden llegar a producir hasta un 30% de los contaminantes a través de la respiración y un 12% del sistema endocrino. Un aspecto que también complica la determinación de la calidad del aire es que por otro lado los ocupantes actúan también de filtro de aire “purificándola” obviamente a cargo de su propia salud.
Por lo tanto entra en juego otro factor determinante en el control de la calidad ambiental de los espacios que es la ventilación. Los valores efectivos de ventilación de todas formas tienen que ser mucho mayores de los previstos por normativas, otro aspecto que a veces entra en conflicto con el objetivo de la conservación energética.
Una conclusión que podemos sacar de todo esto es la importancia de la ventilación natural que, en caso de que sea oportunamente medida, simulada y diseñada, permite caudales exponencialmente mayores comparados con la ventilación mecánica y por lo tanto una capacidad depurativa del aire de forma natural.
La intervención de profesor Mat Santamorius remarcó inexorablemente todos estos aspectos en una sesión conclusiva de todo el evento donde iba reiterando la enorme cantidad de evidencias científicas que relacionan el cambio climático con la salud:
El sobrecalentamiento urbano es la primera causa del cambio climático y del aumento de la temperatura en el planeta. Suena como una sentencia, muchos de nosotros lo sabemos, pocos realmente actuamos, sobre todo en el momento de plantearnos un cierto tipo de cubierta o de fachada que fácilmente alcanzarán temperaturas de 60º.
Fotografía: PICHarchitects_Pich-Aguilera
Fotografía: Aldo Amoretti
El aumento de temperatura tiene repercusiones desde el punto de vista energético y de salud.
Ejemplo claro desde el punto de vista energético es el sector de la generación energética donde un aumento de 1ºC determina una pérdida de eficiencia de las plantas generadoras de energía entre un 0.6- 0.8%. Si consideramos que las olas de calor pueden producir aumentos de temperatura de hasta 10ºC se puede producir una pérdida de rendimiento de casi un 10%, una cantidad enorme si consideramos los volúmenes de energía producida por una planta de producción. Esto se traduce en mayor coste y más consumo aun, ya que necesitaremos producir más energía para alcanzar la demanda.
Hablando de demanda aquí también hay una pérdida de eficiencia ya que la demanda de refrigeración ha registrado un aumento promedio del 23% que no se contrarresta con la reducción de demanda de calefacción que se reduce solamente un 19% manteniéndose por lo tanto una pérdida de eficiencia global de un 11%.
Desde el punto de vista de la salud se ha generado una creciente preocupación por la pobreza energética, que causa una tasa de mortalidad comparable con otros tipos de enfermedades reconocidas como tales.
Además la calidad del aire se ve afectada. Obviamente por la mayor concentración de contaminantes, pero también por la mayor concentración de ozono troposférico que hace el aire imposible de respirar. Hay previsiones de que dentro del 2100 podríamos alcanzar un aumento del 400% del ozono en el aire que respiramos inhabilitando la vida en el exterior. De esto hay evidencia científicas!
De todas formas es difícil prever los resultados y las implicaciones reales, el ser humano se adapta, y, otra vez gracias a evidencias contrastadas, se demuestra que el ser humano ya se ha adaptado al cambio climático y sigue adaptándose.
En fin con una serie de ejemplos el profesor Santamorius enseña la constante presencia de contradicciones en el sector de la construcción: las fotovoltaicas en la ciudad causan un aumento del efecto isla de calor de hasta 10ºC, el uso irresponsable de la naturaleza genera aún más emisiones, sin mencionar el impacto hídrico etc.
La buena noticia: se está evolucionando mucho en este sentido, no solo desde el punto de vista científico sino también en modelos económicos y sociales. Recientemente se está dando mucho valor a nivel macroeconómico al cambio climático y a la resiliencia urbana.
Creo que estamos en un momento clave, en el cual los paradigmas están cambiando. Progresivamente, aunque todavía lentamente, los intereses globales están vertiendo hacia la problemática del cambio climático y del impacto ambiental.